¡Córtenle la cabeza!


Si queremos mejores escritores es imprescindible también crear mejores lectores (también habría que crear mejores críticos, pero ese tema es para otro día).

Cada día es más popular la publicación digital, los ebooks, blogs y publicaciones virtuales proliferan en proporción a lo que la tecnología permite -y esto es bastante decir. Pero así como crece la popularidad de la escritura virtual también crece en detractores en círculos de conocedores de la literatura.

Cuántos comentarios he escuchado de boca de literatos renegando de la publicación digital, como si ésta hubiera sido la puerta que dejó entrar los demonios del ignorante al elitesco mundo de aquél que se hace llamar a sí mismo "escritor".

Si bien es cierto que existen una cantidad cada vez mayor de autores que mejor sería pasar por alto, no es menos cierto que dichos autores existen porque tienen demanda.

Semanalmente me llegan solicitudes para participar como Ghost Writer (Escritor Fantasma) en la creación de libros. Los temas van desde Fitness hasta Numerología y no es poca la oferta de trabajo que hay en esta área. Es una tencación que muchos creadores de contenido sufrimos.

Un Escritor Fantasma o Ghostwriter es una persona que habiendo escrito una obra, texto, ensayo... renuncia a sus derechos de autoría a cambio de una compensación monetaria. Por lo tanto el libro u obra se vuelve pertenencia de quien lo compra. Así, cualquier persona puede publicar ese trabajo como si fuese de su autoría.

La razón: El dinero.

Ya son cientos de libros escritos por "fantasmas" en publicaciones digitales. Libros cuyo único propósito es generar dinero al ser vendidos a precios rebajados en cantidades exhorbitantes. Utilizan títulos llamativos y lenguaje sensacional para promover 100 páginas de rehash de contenido y llamar la atención de incautos.

Pero es que, esta oferta tampoco existiría si no hubiese tal demanda. ¿En qué piensa el colectivo hoy en día que causa tal aceptación de un producto que muchos consideran defectuoso?
Quiero ser más polémica. ¿Acaso convendría -como quieren sugerir algunos de los que he escuchado por ahí- erradicar este tipo de publicaciones? He leido algunos críticos hablar casi con asco  de este sistema de publicación sin editor.

Yo creo que No, además de resultar imposible debido a las características propias de los documentos digitales, no creo necesario deshacerse o erradicar este tipo de literatura. Pienso que todo lector tiene experiencias diferentes con cada tipo de libro. Quizá, para aquellos que no salen de sus cuartos oscuros, haya niveles de entendimiento en el que "100 recetas para cocinar con amor" [a este punto no sé si hay un libro llamado así, pero la referencia no es puntual, sólo es un ejemplo] inspire a un ama de casa a convertirse en mejor persona. Quizá un libro sobre cómo ganar amigos inspire a alguien a salir de su depresión.
[FFS, he conocido gente que me ha dicho que este video los motivó a dejar de fumar]

Más allá de todo eso, píenso que es importante que cada instancia social tome consciencia de cuáles son sus prioridades y juzgue la validez de su intención. Así, creando mejores personas, personas que no se conforman con un rehash de 0.50 centavos, es posible  hacer que este fenómeno de una vuelta para mejor. Después de todo, ¿qué es más importante, purgar la biblioteca de la casa o purgar el alma humana?


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