Tenía tiempo sin encontrarme personajes en el camino, esos que te llaman y te responden, como una cuarta yod: aquél salta, inflexiona y desaparece (chiste malo de letrada). Hace unos pocos días, al salir temprano de la universidad, decidí que debía tomar la camioneta de Chacaíto e irme a mi casa, así que subí y me senté en uno de los puestos de atrás. Un viejito, se sentó a mi lado y así, mientras escuchaba algo de Jamiroquai y torturaba mi cabeza con sucesos políticos, transcurrió la mayor parte del viaje y las colas. Cuando ya estábamos llegando, el señor éste me saluda y me pregunta qué es lo que llevo puesto; lo que llevaba era un Ala budista, un collar que utilizan los budistas para orar en sus reuniones; así que le explico más o menos el significado de éste, de modo que sucede la siguiente conversación: -Disculpa, ¿me puedes decir qué es lo que llevas puesto?- -¿Esto? - señalando el collar -es un Ala budista, lo usan los budistas para rezar.- -Ahh... ¿y ustedes los budistas hacen...