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Mostrando las entradas de octubre, 2014

Antimateria

No le tengo lástima al que por su propia mano se quita la vida. Le tengo lástima al silente testigo que observa el marchitar de esa alma, y que entre incisos y aplausos alaba su lenta destrucción.

La fábula de la(s) zorra(s) y las uvas

Imagen
Imágen: Daniel Schultz Una zorra, paseaba por un viñedo cuando, mirando hacia arriba, notó que había un jugoso racimo de uvas. Las uvas se veían, sin duda alguna, deliciosas, así que la zorra decidió intentar agarrar aquél racimo. Entonces la zorra saltó, y brincó hasta que no pudo más. Incluso intentó escalar al viñedo, pero sus patas resbalaban de las frágiles ramas que rodeaban el poste en que estaba. Bastante molesta, la zorra tomó una piedra y la lanzó a las uvas, entonces, para su sorpresa, un par de uvas cayeron. La zorra, emocionada corrió con su tesoro a su madriguera. Sin embargo, al salir con el racimo en la mano, las muchas otras zorras que vivían en esos lados observaron lo que cargaba. Apenas la veían le preguntaban ¿dónde conseguiste eso?, entonces ella les señalaba el lugar donde estaba el viñedo. Miles de zorras (y zorros) vinieron de todas partes a tomar las uvas. Muchos se arañaban y se mordían entre sí para quitarse los deliciosos frutos y todos a

El Retorno

Estoy reactivando el blog. Debido a la enorme cantidad de código viejo que tiene desde aquél día en que fue creado tengo un trabajo arduo por delante de limpieza. Es posible que algunas cosas no se muestren correctamente hasta que todo este listo. ¡Trataré de que no se pierda nada! Mientras tanto los invito a revisar mi libro en Amazon: http://www.amazon.com/dp/B00MG328W2 :)

Antes de pasar la Laguna Estigia

Dos horas. El autobus detenido a una hora de la frontera entre Colombia y Venezuela. Un pobre hombre llevaba 7 champus, 7 acondicionadores, 15 pares de cholas y 10 jabones Protex. Quizá no era tan pobre. Dos horas escuchando los argumentos de los guardias, las nubladas opiniones de los pasajeros, aquellos que pedían defender al hombre, aquellos que lo insultaban por acaparador, las oraciones de los evangélicos pidiendo a Dios que tome el control del autobus. No puedo evitar preguntarme, ¿quien es el enemigo en este pais? ¿El hombre de la mercancía, los guardias de la alcabala? ¿El gobierno que permite la miseria? ¿Los pasajeros de este autobus infernal con sus opiniones llenas de sangre y humo? Creo que el enemigo termina siendo, simplemente, quien no tiene claro quien es el enemigo. Aquél hombre no regresó al autobus.